soy un hombre pero parezco un plato
viernes, enero 19, 2007
quiero tu cabeza
y tus partes retorcidas, tus pensamientos malvados
me quiero comer tu corazón enredado, colgar mi piel de un garfio y vestirme de tinta negra.

las páginas en blanco que completan el último cuadernillo de una edición barata que no sé para qué he comprado. comprar cosas se va convirtiendo poco a poco en el único lazo con
la realidad que me queda. el resto del tiempo no estoy ahí. cada día más torpe para preparar sandwiches o abrir una puerta. entrego dinero a cambio de objetos y ese momento parece absurdo, ese contacto con tierra cada vez parece más innecesario, como todo lo demás. como estirar la mano para acariciar unos dedos y encontrar sólo aire. o hacer encallar los pensamientos para no mirar objetivamente al momento presente y su falta de sentido. hacer encallar los pensamientos y encontrarme varado en mi propia tierra... que parece hecha de dibujos animados... poblada de cosas que dan miedo y sensaciones parecidas al miedo. anoche me arrancaron la cara. un tipo de forma elíptica que tenía tres rostros recombinándose contínuamente en se cara sacó de los bolsillos de un pantalón oscuro sus manazas y hundió los dedos debajo de mis ojos, donde se acumulan las ojeras. mi cara se deslizó hacia el suelo como si estuviera hecha de cera derretida. una vez en el suelo abrió los ojos, y sus ojos eran de arena, abrió la boca y escupió tierra: su lengua era una escolopendra roja. dijo "de mi resurrección depende que dejes de pisarme inmediatamente".

muerdo el aire para trepar porque mis brazos pesan demasiado, cada pocos metros en ascensión llega a mis oídos el sonido algo desgarrándose y poco después el sonido sordo de algo chocando contra un suelo de arena. cuantas más dentelladas le doy al aire, más tarda el sonido en viajar desde el suelo a mis oídos. cuando sólo me queda un brazo por desgarrar y caer al suelo, miro hacia abajo y en el suelo mis extremidades forman el corazón de una manzana alrededor de mi cara perdida. y el hombro se desgarra y veo caer mi brazo. en la siguiente dentellada cae mi mandíbula y ahí sigo... un pedazo irrelevante de hueso flotando en el vacío de un lugar que hace años estaba hecho de agua.

ser una bestia es una carga pesada, le dijo la araña a la mosca, al menos, sin brazos ni piernas, nunca te verás en la calle sujetando el auricular de un teléfono.

estas cosas es mejor dejarlas enfundadas.
2 Comments:
Anonymous Anónimo said...
No me extraña que no te dejen comentarios. Cualquier cosa resulta absurda.

Blogger saelia said...
pues a mi me gusta como suena.
ey se que eres amigo de Raul, me lo han chivado.
Mua