soy un hombre pero parezco un plato
lunes, agosto 08, 2005
s


Con la esperanza de convertirme en un viejo brujo de manos azules, abdomen verde y cara roja, trato inútilmente de flotar a donde la inminencia de las lágrimas sustituya este asomo intermitente al vacío. Cansado de retirar el interior de los límites de la piel para asomarme a la nada, de buscar un encuentro en el aire para que cambie de color lo que no puedo ver y lo torne brillante.
El único fin que parece acecharme tiene nombre en el fracaso, no aquél del que parto, sino el que me mantiene caminando por el borde del acantilado, lejos de todos los demás. De cuando en cuando a mis pasos los eleva el viento, acelarado por los filos de las rocas, y un instante, que bien podría llegar a ser eterno, me deja suspendido entre la seguridad invulnerable de los otros y surcar un espacio que huele a mar y sabe a lluvia, para deshacerme en mis pequeñas partes y ser, al fin, verdaderamente vulnerable a todo lo que fluye.
viernes, agosto 05, 2005
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Con nuevas historias de serenidad alcanzada, presionando con dedos sudorosos sus sienes, camina hacia el centro del dibujo haciendo crujir el papel bajo sus pies... su sombra es una espiral negra que parte de sus pies y repta hacia las esquinas... ella lo dijo antes de que nadie pudiera pensarlo: esta habitación debería ser un círculo y el lenguaje es un virus venido del espacio exterior.
No-muertos para los vivos, ataúdes colgando de hombros flacos y blancos, un desfile de imbecilidad atroz, equivalente a cualquier imbecilidad anterior o posterior... el golpe viene de la base de su boca, en un espumarajo de rabia desatada, la barbilla choca contra algo más duro que el hueso pero mucho más humano. Caer como caen mis dedos al suelo cuando intento tocarte, caer como cae su mandibula escapando del cráneo para buscar una nueva vida entre las ratas que no puedes ver pero que te superan, sin duda, en número y falta de compasión... la habitación debería ser un círculo, y el lenguaje es un virus del espacio exterior.