soy un hombre pero parezco un plato
domingo, julio 02, 2006
p.e.u.m.

al hombre niño le regalan un cachorro de perro callejero. un amanecer despertará para descubrir que lo ha despedazado en sueños. Sra. Mayor saca de su bolso unas flores mientras parlotea en un vagón, le entrega unas llamadas la boca blanca del olor: cuando las echas en la comida la vuelven amarilla, cuando las dejas florecer, intoxican profundamente. en otro asiento una chica delgada sostiene una bolsa de papel con dos menús de hamburguesería barata, a su novio le gusta comer algo después del bis a bis.
y mientras tanto yo sigo siendo torpe para todos los detalles cotidianos, odio a los ahorcados que encuentran la libertad en obedecer la ley. yo, el castrado. el espíritu partido en pedazos y envuelto para regalo. un regalo que será reciclado.
el hueso de carnero oscila tan cerca de la base de su cráneo que siente el aire en sus orejas y masculla "apaga el aire acondicionado, joder".

aquí el silencio gatea desde el desánimo.
el continente sin mariposas.
por desgracia no recuerdo la amargura de tu beso.
3 Comments:
Blogger Caballo Cabezota said...
Por lo visto has dejado de postear, me gusta mucho lo que escribes y lo de Japón del otro blog, que suerte haber estado por allí, justo hoy hablaba con una amiga antes de leerte de Tokio como una ciudad perfecta para sentirte solo.

Gracias a Arrebato he aparecido por aquí,linkeando.

Pues eso ,que los textos muy grandes, solo he leído julio 2006, todavía me queda leer los otros 20 meses que llevas escritos, así me entretendré este otoño...

adeu

hola, gracias y eso. sí, tokio es un lugar perfecto para sentirse solo, solo del todo.
arrebato... qué decir.
espero que te entretengan los textos en los ratos en los que no te apetezca nada de nada estudiar.

Anonymous Anónimo said...