UNO: cavar pequeños hoyos en el cemento a ver si encuentro mis cuarenta pequeñas lenguas
DOS: forzar las esquinas en círculos
TRES: ajustarme a una grieta del tiempo, dejando que el cuerpo fluya mientras lanzo ecos desde la punta de mis dedos.
CUATRO: oler un sobre cerrado
CINCO: aproximarme a la disociación de mis manos
gracias.
Ruthie dixit.