soy un hombre pero parezco un plato
jueves, julio 14, 2005
en el calor del chasquido

Sé que esto está terminando. Que me he deshecho de la materia que corrompe la esencia de todas las cosas. El dorso de la mano que golpea rostros inocentes. El cuchillo de cocina danzando en las manos equivocadas. Un brillo roto que comprime el tiempo en tacones de bota, en nudillos amoratados, en lunas grotescamente hinchadas... explotando... hacia el vacío... hacia la forma... hacia el color... el olor... el sabor... el mundo despezado en el que nos encontraremos otra vez.

Pero ahora la gravedad atenaza cada instante en una combinación de música equivocada, que expande, sin piedad, los límites de mi conciencia, para convertirme en un objeto vulnerable, para recibir la agresión de todo lo que se mueve por inercia, sin conciencia ni identidad... aquello que arrastra porque es lo único que puede hacer... aunque el sonido del carnaval sea el de la decadencia, no hay miseria, ni la sombra de ella...
soy lo que se oculta bajo mi piel esperando morderte.