soy un hombre pero parezco un plato
miércoles, junio 08, 2005
ojoXojo



Tú lo dijiste.
Y el niño que guardaba las abejas tiró de la cuerda, desatando el infierno y todo lo que vive dentro de él.
El asiento delantero del coche tenía una estrella roja cuando levantó a su hermano con todo el cuidado que pudo. Su cara no parecía su cara, hinchada, demasiados aguijones anidando sobre sus ojos, cobrando vida y hundiéndose buscando el alma.
No había compasión en los ojos del hombre de verde cuando se asomó a buscar fantasmas por la ventanilla del coche. Cogió el pelo del flequillo del niño entre sus dedos y lo miró como si no lo hubiera visto nunca antes. No había nada más que el deseo de deshacerse de lo que había ocurrido como si se despegara una mierda del zapato.
Incluso cuando se quedó en el arcén, viéndo alejarse el coche, lo único que fue capaz de decir fue: óyeme, he llegado a la conclusión de que lo único que puedo hacer cuando no hay nada a lo que matar, es extinguirme.
1 Comments:
Anonymous Anónimo said...
Me suena ese lugar, esa foto...