soy un hombre pero parezco un plato
viernes, mayo 13, 2005
dedos en azul

A(trapo) un manojo de venas que me llevan evitando 13 meses.

El tiempo no tiene importancia alguna ahora, es el resultado de una operación matemática compleja, con la que he dado por pura casualidad.

Mis venas se escondían bajo mis huesos, la seguridad del lugar contra el que se parte la aguja. Insisto, tengo suerte de vena esquivada, y paciencia de cazador hambriento.

Atrapo mis venas, decía, y en mis manos se enroscan, me falta poco para reunir suficientes vidas marchitas para morderlas.

Con ellas tiendo las vías de mi propio tren de la bruja, del salón al pasillo, del pasillo al baño. La precisión con la que alimento la máquina con rabia, convierte mis manos en dagas y mis bocas en furia. Depravación, al fin y al cabo, que se resume en un espejo reflejando mi nariz sangrando y mi boca llena de lenguas partidas.
Perdidas.
1 Comments:
Anonymous Anónimo said...
me irritan las personas de madera no sabes cuánto
con sus venas secas y su asquerosa manía de escupir serrín cuando te hablan
celebremos hoy que hayan optado por el silencio
pinocho y chapete salen a comprar cosméticos