oigo gritos lejos de aquí(el walkman aún está encencido)el tipo del labio leporino sigue esperándome fueracon toda esa gente aficionada al baile, a la música, a la risa y a la carne cruda... toda para mí.para mí, despierto durante la operación,cosiéndome la piel al llegar a casaporque alguién olvidó hacerlo.los ojos que me miran son agujeros abiertos con agujas hipodérmicasel tiempo que empleo en cerrarlos para siempreescapa entre mis dedos susurrando pobre imbécil...son mi verdadera bocaque empuja el aire a tus oídoscuando me miras hambrientame hundes en la almohaday disparas en mi cabezauna sola bala: enferma.